Antes de la aparición de la imprenta predominaba el oído,
pues sólo el clero sabía leer y escribir y la sociedad se dedicaba a escuchar
lo que los religiosos leían para ellos, no tenían la oportunidad de acceder a
los libros, es decir al conocimiento, no opinaban respecto a lo escrito, todos
los libros que se publicaban debían ser aprobados por la iglesia, lo que hacía
que la variedad de temas fuera mínima, casi nula, y los textos escritos se
centraran en temas religiosos, las
copias de los textos eran muy pocas pues se hacían a mano por los
copistas, que en su mayoría sabían leer y escribir o se dedicaban a copiar
símbolos.
Con la llegada de la imprenta, en la sociedad empieza a
predominar la visión, pues ahora las personas pueden acceder a los libros y
leer por su cuenta, lo que fomenta el estudio individual y el análisis de los
textos, pues es posible leer y releer un texto de manera que se comprenda y se
adquieran los conocimientos que en él están contenidos. También esta implica
una separación temporal entre el acto de comunicar y el de entender lo que
permite muchas posibilidades y combinaciones entre los mensajes comunicados en
distintos textos.
Además, con la imprenta ya no sólo se busca hacer memoria
y preservar el conocimiento como se buscaba con la comunicación escrita, ahora
se busca incrementarlo y crearlo nuevamente dándole un carácter original, pues se
tratan de dejar viejas ideas debido a que gracias a la gran cantidad de copias
generadas, los textos ahora pueden ser comparados entre ellos, y esto permite a
la sociedad evidenciar las contradicciones que hay en su contenido, por lo que
se busca clarificarlo.
A diferencia de la comunicación oral, la escrita no implica reciprocidad, y gracias a la imprenta ya ni siquiera el público a quién van dirigidos los textos es observable, por lo que los autores deben orientarse por el interés y la importancia de dicho tema en la sociedad en general, y del mismo modo, el narrador como individuo se vuelve invisible por lo que el texto asume autonomía propia y es capaz de expresar claramente las ideas que el autor quiere dar a entender sin que alguien deba explicarlas.
Así mismo, con la imprenta se empezaron a producir carteles, direcciones electorales y respuestas de candidatos a sus oponentes, que llegan a la población y hacen que ésta empiece a opinar, a criticar y a responder dichas publicaciones, dando de ésta manera el surgimiento al concepto de opinión pública.
Del mismo modo, ya que la imprenta facilitó la reproducción de la información, aumentó en gran volumen los libros existente, permitió que la información se preservará y llegara a toda la población, y que las temáticas de los textos variaran, pues ya no debían ser aprobados por la iglesia, esto hizo posible avanzar en muchos temas distintos a los religiosos y que la gente pudiera conocer y aprender sobre ellos gracias al acceso que ahora tenían a los libros, lo que fomentó la educación en otros ámbitos e impulso a la sociedad a crear carreras universitarias no sólo centradas en el ámbito religioso.
Otro aspecto muy importante es que la imprenta permitió crear un orden en los textos escritos, permitió distinguir los renglones, mantener unidos los volúmenes, y gracias a ella fue posible estableces los parámetros de ortografía.
A pesar de todos los aspectos positivos que trajo la imprenta al mundo, también es necesario rescatar algunos negativos, el primero de ellos es que por ella la calidad de los libros se pierde, esto se da ya que los libros ahora son fuente de ingreso y se pierde la importancia que tiene transmitir conocimiento, ahora lo importante es publicar muchos para con ello ganar dinero, además al haber tantos textos de tantos temas distintos las personas dejan de sumergirse en ellos, dejan de estudiarlos a profundidad y pasan a leerlos rápidamente sin detenerse mucho en ellos por el afán de leer muchos más.